
La multa
-Acaba de llegar una multa- me dice Cari.
-Ah, vaya ¿Te han puesto una multa? - le pregunto.
- No, no me han puesto una multa. He dicho que acaba de llegar una multa no que me la hayan puesto a mí. Aquí hay una foto de nuestro coche el pasado día 3 saltándose un semáforo en rojo en Oviedo.
-Yo no he sido- contesto.
- Ya- dice Cari.
- ¿Y por qué estás tan seguro de que he sido yo? Perdona, el otro día fuiste a Oviedo y yo hace meses que no voy.
Eso de que hace meses que no voy no es del todo cierto. El mes pasado estuve en Oviedo de incógnito.
Mi amiga Fátima y yo nos enteramos de que en nuestra tienda favorita había una promoción del 70% en casi todos los vestidos y complementos, así que a la hora de comer nos escapamos un rato.
Yo encontré un vestido maravilloso, lleno de pedrería y largo hasta los pies, color plata, propio para una boda.
Le dije a Fátima:
-No sé qué hacer porque, la verdad, es que no tengo ninguna boda a la vista.
-No importa, este vestido te valdrá hasta para la boda de tus hijos. Es un clásico.
-Ay, tienes razón, me lo llevo. Pero, ¿sabes qué?, me lo llevo puesto así al menos lo luzco por la capital y se lo enseño a mis compañeras de trabajo.
-Ah ,pues si tú te llevas puesto el tuyo, yo me pongo el mío-me dijo Fátima.
Y así vestidas nos fuimos a comer un sándwich. Estábamos muy propias vestidas de boda a las dos de la tarde.
Y así fue como pasó, pero la verdad es que yo no recuerdo haberme saltado un semáforo. Porque seré un poco desastre en mi día a día, pero como conductora soy de 10, tengo todos los puntos del carnet, jamás me han sancionado. Así que, os aseguro, que esa multa no me corresponde.
-Vamos a mirar el calendario para ver quien ha podido ser el que se saltó el semáforo – dice Cari.
Voy corriendo a mi habitación y saco el ticket del vestido para comprobar exactamente el día que Fátima y yo nos escapamos a Oviedo. 3 de noviembre. ¡Vaya por Dios! Pues he debido ser yo, de esta no me libro.
Reconstruyo mentalmente el viaje y no recuerdo en ningún momento haberme saltado ningún semáforo, ni tan siquiera en naranja.
Vuelvo a la cocina y le digo a Cari:
-Bueno, Cari, ¿qué más quien condujera ese día? Pagamos la multa y ya está.
-No, Cariño. Con pagar la multa no está. Hay que informar a tráfico de quién era el conductor para que le resten los puntos, exactamente 2. Y sabes de sobra que nuestro acuerdo es que las multas no salen del dinero común. El infractor debe pagarlo con sus ahorillos.
-¡Dos puntos! ¿Quieres que me quiten dos puntos?
-No, Cariño, no quiero que te quiten dos puntos, pero tampoco quiero que me los quiten a mi.
-Dos puntos y 100 euros, ¿quieres que me despojen de todo lo que tengo en la vida?
-No, Cariño, no quiero que te despojen de todo lo que tienes en la vida, porque creo que tendrás algo más que 100 euros y 14 puntos. Por ejemplo, me tienes a mi.
- ¿A ti? ¡A ti que me quieres quitar mis ahorros y mis puntos!
-Cariño, no te pongas dramática, vamos a ver a qué hora fue la multa. A ver, aquí dice que fue a la 1.35.
¿Tú estuviste en Oviedo el 3 de noviembre a las 1.35? Yo seguro que no porque estaba en Puerto Rico ese día.
-No lo recuerdo- contesto.
- ¿No lo recuerdas es sí o no?
-Es sí- admito.
-Así que estabas en Oviedo. ¡Uhmmm, qué interesante! Pues nada, son 100 euros por pronto pago y 2 puntos. Firma aquí.
Disgustadísima me pongo a firmar el papel cuando leo: Hora:1.35. No eran las 13.35, es decir, no fue a las 13 del medio día, fue a la 1 de la madrugada.
-Esta multa no es mía, Cari- y le planto la multa en todo el pecho- Fíjate bien, pone a la 1 de la mañana y yo no tengo por costumbre darme paseos por la noche en coche. Así que piensa tú de quién es esta multa.
-Pues si tuya no es y mía tampoco…. ¿Tú le has dejado el coche a alguien?
Lo pienso y me acuerdo que yo no le presté el coche a nadie, pero Cari le prestó el coche a su hermano porque se le había estropeado el suyo.
-Tú le dejaste el coche a tu hermano, esa multa es suya. Así que ya le estás llamando para que venga a firmar el papel.
Y así es cómo aún conservo todos los puntos de mi carnet y el vestido para la boda de mis tres hijos.