El concesionario

El concesionario

Ring-Ring, miro la llamada entrante. Mi cuñado

-Hola

-Hola

-¿Qué haces?

- Castigar a tu sobrina, ¿y tu?

-Mirar coches. Me quiero comprar uno.

- Ah sí, y ¿cómo lo quieres?

- Con 4 ruedas.

- Ya, si fueran 2 sería una moto, y eso ya lo tienes.

- ¿Me acompañas a ver coches?

- Sí, pero mañana cuando los niños se vayan al colegio. ¿Dónde quieres ir?

- Bueno ya he visto uno y mañana tengo cita para ir a probarlo a las 13.30

- Vale, pues pasa a buscarme.

Llega el día siguiente, me pasa a recoger y nos vamos derechitos al concesionario coches de segunda mano. Me dice, voy a probar el Porsche.

Y yo pienso: Este chico se ha vuelto loco.

-¿Te has vuelto loco? ¿Te vas a comprar un Porsche, ¿Te ha tocado la lotería o algo así?

- No, ¡qué va! Ni siquiera me lo voy a comprar, pero en mi lista de cosas que hacer antes de cumplir los 35 está conducir un Porsche y esta es la forma más fácil de hacerlo.

- Espera, espera y ¿en qué parte de esa lista dice conducir un Porsche con mi cuñada al lado?

Pienso para mis adentros: Como conduzca el Porsche como conduce la moto que Dios nos coja confesados a todos.

Llega el comercial y le explica a mi cuñado cómo funciona el coche y le dice que él tiene que ir obligatoriamente en el coche cuando se haga la prueba y que, siendo un biplaza, a mi me van a tener que dejar en el concesionario, que volverán enseguida, pero me tengo que quedar allí sola porque todo el mundo se ha ido a comer.

Me pregunta que si me siento segura si cierra el concesionario por dentro y me explica cual es la salida de emergencia.

Yo daba palmas con las orejas. Le digo que sí, que me siento segurísima quedándome allí, dónde vamos a comparar. Y mi cuñado erre, que erre.

Le dice: Mira yo la primera vuelta la doy contigo, pero me tienes que dejar dar una vuelta con mi cuñada porque si no iré a otro concesionario a comprarlo.

El pobre comercial accede. Yo, la verdad, no entiendo por qué, porque pinta de comprarse el coche mi cuñado no tiene, pero accede.

Así que los veo salir despedidos y allí me quedo rodeada de coches. La verdad es que tienen unos modelos chulísimos.

Decido montarme en uno a ver cómo es de cómodo. Total ya que voy a estar allí. Me subo y veo que tiene un botón que, al presionarlo, se arranca el coche ¡Qué chulada!

Y en ese momento no sé qué se apoderó de mi pero presioné el botón. El coche arrancó, entró el mi el espíritu de la aventura y pensé: Si meto primera y lo muevo dos metros para delante, no se va a enterar nadie.

 

Los doy y me siento como Carlos Sainz en el Paris Dakar. El coche se mueve que parece que vas en una nave espacial. Ya muevo el volante a derecha e izquierda como una loca, paro y me hago unos selfies. Parezco Kim Kardashian.

Vuelvo a dejar el coche donde estaba y decido montarme en el modelo todo terreno, que era enorme.

Lo arranqué y lo hice caminar unos 10 metros para delante y en ese momento me emocioné, allí tan alta, tan poderosa decidí caminar 5 metros más, y ¿qué creéis que pasó? Pues que el concesionario se puso a pitar y se iluminaron una luces rojas de alarma y una voz que decía: Abandone el vehículo inmediatamente.

Señor, ¡qué susto! Salí del coche y me tiré al suelo con los brazos y las piernas abiertas esperando que entrasen los GEOS a arrestarme.

Estuve como 5 minutos allí tirada hasta que vi dos pares de zapatos a la altura de mis ojos y pensé: Aquí están los policías. Ahora a ver cómo les explico que yo no estaba robando coches, sino que estaba esperando a mi cuñado.

Miro para arriba y son mi cuñado y el comercial. Mi cuñado me dice:

-¿Qué?,¿Te lo has pasado bien? Has hecho saltar la alarma antirrobo. ¿Qué has hecho?

-Yooo. Nada.

-Bueno, señora. Nada, nada, no, que la he estado viendo yo por la cámara de control que se acciona en mi móvil cuando hay movimiento en el concesionario y ha movido usted dos coches.

Mi cuñado pone los ojos en blanco y dice:¿Los has rayado?

-Noooo, sólo los he movido dos metros.

-Dos metros no, señora, que la alarma salta cuando se mueve más de 10 metros el coche.

 

Mi cuñado me dice entre dientes: A ver ahora cómo salimos de esta.

-Bueno, pues ha sido un placer, Fernando. Creo que nos lo vamos a pensar y te llamaremos- dice mi cuñado.

-Perdone, pero no pueden abandonar el concesionario ya que ha saltado la alarma que está conectada con la policía y tendrán que tomarle declaración.

 

Así que allí nos tuvimos que quedar. Lo peor fue cuando tuvimos que visionar el vídeo de control donde yo me hacía selfies en todos los modelos, posando en cada uno de los coches que parecía la azafata del 123 cuando enseñaba el gran premio. Vamos, el payaso a más no poder.

El policía con mucho cachondeo dijo: Bueno, lo dejaremos en una travesura de mujer madura.

Me entraron ganas de cometer un acto de vandalismo propio de chica joven y hermosa pero la mirada de mi cuñado me frenó en seco.

Desde luego, mi cuñado era mucho más divertido antes de los 35.

Pero esperad. Es que lo es. No sé cómo lo consiguió pero el del concesionario unos días después le mandó el vídeo, y lo ha mandado al chat familia. Lo ha llamado “La madura y sus Porsches”

Lo mato, yo lo mato.

Posted on 03/04/2016 Home 0 1255

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-¿Qué haces?

- Castigar a tu sobrina, ¿y tu?

-Mirar coches. Me quiero comprar uno.

- Ah sí, y ¿cómo lo quieres?

- Con 4 ruedas.

- Ya, si fueran 2 sería una moto, y eso ya lo tienes.

- ¿Me acompañas a ver coches?

- Sí, pero mañana cuando los niños se vayan al colegio. ¿Dónde quieres ir?

- Bueno ya he visto uno y mañana tengo cita para ir a probarlo a las 13.30

- Vale, pues pasa a buscarme.

Llega el día siguiente, me pasa a recoger y nos vamos derechitos al concesionario coches de segunda mano. Me dice, voy a probar el Porsche.

Y yo pienso: Este chico se ha vuelto loco.

-¿Te has vuelto loco? ¿Te vas a comprar un Porsche, ¿Te ha tocado la lotería o algo así?

- No, ¡qué va! Ni siquiera me lo voy a comprar, pero en mi lista de cosas que hacer antes de cumplir los 35 está conducir un Porsche y esta es la forma más fácil de hacerlo.

- Espera, espera y ¿en qué parte de esa lista dice conducir un Porsche con mi cuñada al lado?

Pienso para mis adentros: Como conduzca el Porsche como conduce la moto que Dios nos coja confesados a todos.

Llega el comercial y le explica a mi cuñado cómo funciona el coche y le dice que él tiene que ir obligatoriamente en el coche cuando se haga la prueba y que, siendo un biplaza, a mi me van a tener que dejar en el concesionario, que volverán enseguida, pero me tengo que quedar allí sola porque todo el mundo se ha ido a comer.

Me pregunta que si me siento segura si cierra el concesionario por dentro y me explica cual es la salida de emergencia.

Yo daba palmas con las orejas. Le digo que sí, que me siento segurísima quedándome allí, dónde vamos a comparar. Y mi cuñado erre, que erre.

Le dice: Mira yo la primera vuelta la doy contigo, pero me tienes que dejar dar una vuelta con mi cuñada porque si no iré a otro concesionario a comprarlo.

El pobre comercial accede. Yo, la verdad, no entiendo por qué, porque pinta de comprarse el coche mi cuñado no tiene, pero accede.

Así que los veo salir despedidos y allí me quedo rodeada de coches. La verdad es que tienen unos modelos chulísimos.

Decido montarme en uno a ver cómo es de cómodo. Total ya que voy a estar allí. Me subo y veo que tiene un botón que, al presionarlo, se arranca el coche ¡Qué chulada!

Y en ese momento no sé qué se apoderó de mi pero presioné el botón. El coche arrancó, entró el mi el espíritu de la aventura y pensé: Si meto primera y lo muevo dos metros para delante, no se va a enterar nadie.

 

Los doy y me siento como Carlos Sainz en el Paris Dakar. El coche se mueve que parece que vas en una nave espacial. Ya muevo el volante a derecha e izquierda como una loca, paro y me hago unos selfies. Parezco Kim Kardashian.

Vuelvo a dejar el coche donde estaba y decido montarme en el modelo todo terreno, que era enorme.

Lo arranqué y lo hice caminar unos 10 metros para delante y en ese momento me emocioné, allí tan alta, tan poderosa decidí caminar 5 metros más, y ¿qué creéis que pasó? Pues que el concesionario se puso a pitar y se iluminaron una luces rojas de alarma y una voz que decía: Abandone el vehículo inmediatamente.

Señor, ¡qué susto! Salí del coche y me tiré al suelo con los brazos y las piernas abiertas esperando que entrasen los GEOS a arrestarme.

Estuve como 5 minutos allí tirada hasta que vi dos pares de zapatos a la altura de mis ojos y pensé: Aquí están los policías. Ahora a ver cómo les explico que yo no estaba robando coches, sino que estaba esperando a mi cuñado.

Miro para arriba y son mi cuñado y el comercial. Mi cuñado me dice:

-¿Qué?,¿Te lo has pasado bien? Has hecho saltar la alarma antirrobo. ¿Qué has hecho?

-Yooo. Nada.

-Bueno, señora. Nada, nada, no, que la he estado viendo yo por la cámara de control que se acciona en mi móvil cuando hay movimiento en el concesionario y ha movido usted dos coches.

Mi cuñado pone los ojos en blanco y dice:¿Los has rayado?

-Noooo, sólo los he movido dos metros.

-Dos metros no, señora, que la alarma salta cuando se mueve más de 10 metros el coche.

 

Mi cuñado me dice entre dientes: A ver ahora cómo salimos de esta.

-Bueno, pues ha sido un placer, Fernando. Creo que nos lo vamos a pensar y te llamaremos- dice mi cuñado.

-Perdone, pero no pueden abandonar el concesionario ya que ha saltado la alarma que está conectada con la policía y tendrán que tomarle declaración.

 

Así que allí nos tuvimos que quedar. Lo peor fue cuando tuvimos que visionar el vídeo de control donde yo me hacía selfies en todos los modelos, posando en cada uno de los coches que parecía la azafata del 123 cuando enseñaba el gran premio. Vamos, el payaso a más no poder.

El policía con mucho cachondeo dijo: Bueno, lo dejaremos en una travesura de mujer madura.

Me entraron ganas de cometer un acto de vandalismo propio de chica joven y hermosa pero la mirada de mi cuñado me frenó en seco.

Desde luego, mi cuñado era mucho más divertido antes de los 35.

Pero esperad. Es que lo es. No sé cómo lo consiguió pero el del concesionario unos días después le mandó el vídeo, y lo ha mandado al chat familia. Lo ha llamado “La madura y sus Porsches”

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Posted on 03/04/2016 Home 0 1255

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