La cuña del "Cuñao"

La cuña del "Cuñao"

- ¿Os animáis a venir a esquiar? Me pregunta mi hermano en una comida

- Ya fuimos el año pasado y yo no esquío así que me parece un poco aburrido- le contesté.

-Puedes dar clases y así aprendes, no es normal que toda tu familia esquíe menos tú.

-Toda la familia no, el cuñado tampoco esquía- contesté airada

- Cierto- dice mi cuñado

-Creo que no es una buena idea que tu hermana esquíe, no se le dan bien ese tipo de deportes- dice Cari

-Perdona Cari, ¿tú de dónde te sacas eso?

-Cariño de los 20 años que llevamos juntos

Me ofendió mucho su comentario y aunque en el fondo sé que tenía razón, no quería dar mi brazo a torcer y accedí a las clases de esquí.

- Pues lo dicho, dais clases los dos juntos y así aprendéis- dijo mi hermano

Debo decir que la idea de dar clase con mi cuñado me pareció bastante divertida y creo que a él también.

-Lo mejor es que pidáis prestada la ropa y que alquiléis los equipos, así probáis y si no os gusta no tenéis que hacer una gran inversión- nos dijo mi hermano.

Y así lo hicimos, yo le pedí la ropa prestada a una amiga y las botas a otra amiga y mi cuñado hizo lo propio, Cari y mis hijos ya tenían todo el equipo.

 

Pues nada, allí llegamos todos, niños, adultos y Lola, la perra de mi hermano dispuesta a comerse de golpe toda la nieve que había caído estas Navidades.

Fuimos a por los esquís y las botas y preguntamos dónde eran las clases.

 

-Al final de esta pequeña cuesta, os ponéis en fila y ahora vendrá el monitor a buscaros.

Aquella pequeña cuesta a mí no me parecía tan pequeña, era la ladera de la montaña y arriba al final de ella sólo veía una fila de niños que no superaba ninguno los 6 años.

Nos costó un triunfo llegar hasta ellos, lo de los esquís definitivamente no es lo nuestro.

Cuando intentábamos subir la cuesta, nos íbamos para atrás, primero mi cuñado y luego yo, así tres veces, la verdad es que nos reímos mucho, es muy divertido esto de esquiar.

 

Como no conseguíamos subir decidimos ponernos uno frente al otro, cogernos por los antebrazos y subir la montaña como si fuera una escalera imaginaria, así de lado. Éramos el espectáculo de la estación.

Cuando por fin llegamos a la altura de los niños, que nos estaban aplaudiendo y vitoreando, nos pusimos en una fila a parte esperando a nuestro monitor.

Llega un monitor y grita:

-Venga chicos, ¡vamos!

Los niños entusiasmados se van siguiendo al monitor y mi cuñado y yo nos quedamos allí esperando a que llegara el nuestro.

El monitor se da la vuelta y nos grita:

-Y vosotros dos ¿no venís?

Yo me apunto a mí misma con el dedo y le grito

 -¿Nosotros?,¿con vosotros? -Y miro a mi cuñado que ya está poniendo una cara de guasa y me dice

- ¿Con los niños de 6 años? ¿volviendo a la infancia? -Y se empieza a reír sin control

- Sí guapa, vosotros con nosotros. Si ya os he visto subir, ¿no sabéis que hay un tele arrastre allí?

Y todos los niños empezaron a reírse de nosotros.

-Lo primero que vamos a aprender es a hacer la cuña.

Comienzan los niños primero, todos genial, como si hubieran nacido en unos esquís en los pies.

Le toca el turno a mi cuñado y lo hace francamente bien, hace la cuña con tanto énfasis que se le cruzan los esquís y se cae de morros, se le sale un esquí del pie y creo que se dislocó el tobillo del otro.

 

Yo me río en una mezcla de histerismo y gracia que me hace verlo tirado en el suelo, los niños también se ríen, cosa que creo que no le hace ninguna gracia.

Le hago una foto y la mando al chat familia y la titulo, “la cuña del cuñao”- jejeje

Toca mi turno

Yo estoy un poco agarrotada porque siempre me ha dado miedo la combinación del movimiento y la velocidad.

El monitor se da cuenta de que no me voy a mover y me empuja ligeramente, yo siento que me deslizo sin control y empiezo a ponerme nerviosa y descontrolada.

Cada vez voy cogiendo más velocidad

 

-Cuña, haz la cuña- gritaba el monitor

Intento hacer la cuña y lo único que consigo es quedarme un poco agachada lo que me hace coger aún más velocidad.

Seguía bajando y bajando y lo único que veía era la entrada a la cafetería donde habían puesto unas mesas y sillas donde la gente estaba tomando un café caliente al sol y que yo iba directa hacia ellos sin ningún control.

Empecé a gritar a ver si aquellas personas me veían:

-Cuidado, apártense, ¡bala humana!, ¡bala humana!

De repente se levanta uno de ellos y echa a correr hacia mí con todas sus fuerzas y cuando consigue alcanzarme me empuja haciéndome caer hacia un lado.

Me doy un golpe tan fuerte en la cabeza que todo se apagó.

Me desperté en la enfermería de la estación, no sabía dónde estaba, al abrir un ojo vi la cara de Cari que me dijo

-Ya sabía yo que esto del esquí no era una buena idea, tú no has nacido para la velocidad.

-Quiero volver a casa- le dije

-Está bien, vámonos a casa - me dijo

 

Como llevaba casco el golpe en la cabeza no pasó de una contusión y me había dislocado el hombro derecho y me lo habían vendado.

Creo que mi experiencia con los esquís empezó y acabó el 4 de enero.

Posted on 08/01/2017 Últimos post 0 3534

Leave a CommentLeave a Reply

You must be logged in to post a comment.

Buscar

Categorías

Anterior
Siguiente
La cuña del cuñado- Blog de Saco Pingüino - Saco Pingüino. Pijamas para dormir calentitos toda la noche. Blog js_def
La cuña del "Cuñao"

La cuña del "Cuñao"

- ¿Os animáis a venir a esquiar? Me pregunta mi hermano en una comida

- Ya fuimos el año pasado y yo no esquío así que me parece un poco aburrido- le contesté.

-Puedes dar clases y así aprendes, no es normal que toda tu familia esquíe menos tú.

-Toda la familia no, el cuñado tampoco esquía- contesté airada

- Cierto- dice mi cuñado

-Creo que no es una buena idea que tu hermana esquíe, no se le dan bien ese tipo de deportes- dice Cari

-Perdona Cari, ¿tú de dónde te sacas eso?

-Cariño de los 20 años que llevamos juntos

Me ofendió mucho su comentario y aunque en el fondo sé que tenía razón, no quería dar mi brazo a torcer y accedí a las clases de esquí.

- Pues lo dicho, dais clases los dos juntos y así aprendéis- dijo mi hermano

Debo decir que la idea de dar clase con mi cuñado me pareció bastante divertida y creo que a él también.

-Lo mejor es que pidáis prestada la ropa y que alquiléis los equipos, así probáis y si no os gusta no tenéis que hacer una gran inversión- nos dijo mi hermano.

Y así lo hicimos, yo le pedí la ropa prestada a una amiga y las botas a otra amiga y mi cuñado hizo lo propio, Cari y mis hijos ya tenían todo el equipo.

 

Pues nada, allí llegamos todos, niños, adultos y Lola, la perra de mi hermano dispuesta a comerse de golpe toda la nieve que había caído estas Navidades.

Fuimos a por los esquís y las botas y preguntamos dónde eran las clases.

 

-Al final de esta pequeña cuesta, os ponéis en fila y ahora vendrá el monitor a buscaros.

Aquella pequeña cuesta a mí no me parecía tan pequeña, era la ladera de la montaña y arriba al final de ella sólo veía una fila de niños que no superaba ninguno los 6 años.

Nos costó un triunfo llegar hasta ellos, lo de los esquís definitivamente no es lo nuestro.

Cuando intentábamos subir la cuesta, nos íbamos para atrás, primero mi cuñado y luego yo, así tres veces, la verdad es que nos reímos mucho, es muy divertido esto de esquiar.

 

Como no conseguíamos subir decidimos ponernos uno frente al otro, cogernos por los antebrazos y subir la montaña como si fuera una escalera imaginaria, así de lado. Éramos el espectáculo de la estación.

Cuando por fin llegamos a la altura de los niños, que nos estaban aplaudiendo y vitoreando, nos pusimos en una fila a parte esperando a nuestro monitor.

Llega un monitor y grita:

-Venga chicos, ¡vamos!

Los niños entusiasmados se van siguiendo al monitor y mi cuñado y yo nos quedamos allí esperando a que llegara el nuestro.

El monitor se da la vuelta y nos grita:

-Y vosotros dos ¿no venís?

Yo me apunto a mí misma con el dedo y le grito

 -¿Nosotros?,¿con vosotros? -Y miro a mi cuñado que ya está poniendo una cara de guasa y me dice

- ¿Con los niños de 6 años? ¿volviendo a la infancia? -Y se empieza a reír sin control

- Sí guapa, vosotros con nosotros. Si ya os he visto subir, ¿no sabéis que hay un tele arrastre allí?

Y todos los niños empezaron a reírse de nosotros.

-Lo primero que vamos a aprender es a hacer la cuña.

Comienzan los niños primero, todos genial, como si hubieran nacido en unos esquís en los pies.

Le toca el turno a mi cuñado y lo hace francamente bien, hace la cuña con tanto énfasis que se le cruzan los esquís y se cae de morros, se le sale un esquí del pie y creo que se dislocó el tobillo del otro.

 

Yo me río en una mezcla de histerismo y gracia que me hace verlo tirado en el suelo, los niños también se ríen, cosa que creo que no le hace ninguna gracia.

Le hago una foto y la mando al chat familia y la titulo, “la cuña del cuñao”- jejeje

Toca mi turno

Yo estoy un poco agarrotada porque siempre me ha dado miedo la combinación del movimiento y la velocidad.

El monitor se da cuenta de que no me voy a mover y me empuja ligeramente, yo siento que me deslizo sin control y empiezo a ponerme nerviosa y descontrolada.

Cada vez voy cogiendo más velocidad

 

-Cuña, haz la cuña- gritaba el monitor

Intento hacer la cuña y lo único que consigo es quedarme un poco agachada lo que me hace coger aún más velocidad.

Seguía bajando y bajando y lo único que veía era la entrada a la cafetería donde habían puesto unas mesas y sillas donde la gente estaba tomando un café caliente al sol y que yo iba directa hacia ellos sin ningún control.

Empecé a gritar a ver si aquellas personas me veían:

-Cuidado, apártense, ¡bala humana!, ¡bala humana!

De repente se levanta uno de ellos y echa a correr hacia mí con todas sus fuerzas y cuando consigue alcanzarme me empuja haciéndome caer hacia un lado.

Me doy un golpe tan fuerte en la cabeza que todo se apagó.

Me desperté en la enfermería de la estación, no sabía dónde estaba, al abrir un ojo vi la cara de Cari que me dijo

-Ya sabía yo que esto del esquí no era una buena idea, tú no has nacido para la velocidad.

-Quiero volver a casa- le dije

-Está bien, vámonos a casa - me dijo

 

Como llevaba casco el golpe en la cabeza no pasó de una contusión y me había dislocado el hombro derecho y me lo habían vendado.

Creo que mi experiencia con los esquís empezó y acabó el 4 de enero.

Posted on 08/01/2017 Últimos post 0 3534

Leave a CommentLeave a Reply

You must be logged in to post a comment.

Buscar

Categorías

Anterior
Siguiente