Forrest Gump

Forrest Gump

Llevo ya ¿cuántas? ¿Dos semanas sin hablar con mi cuñado? Con sus 14 días y sus 14 noches

No puede ser, no puedo, me aburro mucho, mi vida se ha vuelto burguesa y lenta, necesito alguien que me la anime, eso sí, no se puede notar que soy yo la que voy a hacer las paces porque entonces tendré que reconocer que me estaba comportando de manera infantil y eso ¡jamás! 

Le digo a Cari que le mande un mensaje preguntándole cómo está. 

Dice que se va con Sara a comprar un traje- me contesta Cari

- ¿Qué se va con Sara y no conmigo? Y eso ¿desde cuándo?

-Desde que te escondiste en el coche para no ir a correr con él, ¿no te acuerdas? Fue la semana pasada

-No fue la semana pasada, fue hace dos.

-Cari, tenemos que ir ahora mismo a donde vayan, no puedo permitir que vaya con Sara y no conmigo

-¡Niñooooos! poneros los zapatos que vamos a salir a perseguir a vuestro tío- grita Cari por el pasillo con un tono burlón-  Yo- me dice- no me meto nunca en lo que pasa entre vosotros dos, así que, ¿por qué tenemos que ir todos contigo?

-No Cari, no, no hace falta, que para ir sola me sobro y me basto, quédate tú con los niños que ya nos veremos cuando acabe.

Sé dónde se compra mi cuñado los trajes, cómo no lo voy a saber si cada vez que se compra uno me pide a MI que le acompañe para darle MI opinión.

Subo al coche, me encamino a la tienda, aparco y los busco. Allí están los dos Sara y él en los probadores.

Corro, corro, corro y a escondidas me coloco en el probador de enfrente con la cortina cerrada

Y ahí los estoy oyendo hablar.

-¿Qué te parece como me queda este pantalón?- pregunta él

-Fantástico- dice Sara

Yo abro un milímetro la cortina y saco un ojo, le miro, le quedan cortos, y apretados de tiro. Está igualito que Forrest Gump, con una camisa a cuadros blanca y azul lo bordaría.

-No crees que son un poco cortos.

-¡Que va!, se llevan así, estas divino, quédatelos.

 

Se llevan así se llevan así, pues anda que menudo consejo, pienso para mis adentros

-Vale, pero primero me los voy a probar con una camisa y la chaqueta del traje para ver el conjunto.

-Te escojo yo la camisa – le dice Sara entusiasmada

Esto no me lo pierdo, quiero ver que camisa le va a coger

Vuelve y ¡cómo no!, le trae una camisa a cuadros.

Para que os hagáis una idea, el pantalón le queda por encima del tobillo y la chaqueta creo que como estire el brazo un poco más de la cuenta, la revienta por detrás.

Es como si le hubieran dado el traje de su Primera Comunión, treinta años después.

- Te veo cañón, Darling

- ¿No lo ves un poco excesivo para mi edad?

-¿Pero qué edad ni qué edad?, si estás estupendo.

 

Me gustaría ver la cara de su jefe cuando lo vea llegar de esa guisa, si se coge una pajarita ya va con el disfraz completo.

- Yo le pondría una pajarita a este traje – le dice Sara.

¡Toma ya!

- No sé Sara, me parece ya un poco excesivo. Esto se aleja un poco de mi estilo.

- Claro que se aleja Darling es que estabas un poco pasado de moda.

 

Yo sigo en el probador sufriendo en silencio, pensando en qué momento voy a abrir la cortina y decirle a Sara que no tiene ni idea de cómo se tiene que vestir alguien para ir a trabajar.

 

Voy a esperar a que ella se vaya y salir para decirle que está ridículo. Aunque dé mi brazo a torcer y sea la primera en hablar, prefiero eso a verle hacer el ridículo.

WhatsApp: -Estoy comprando un traje y necesito tu opinión. ¿Podrías venir por favor?

Abro la cortina y le grito:

- Estás ridículo

- ¡Qué rápida!, ¿te tele-transportas?

- Sí – le contesto- Siento haberme escondido.

- ¿Te refieres al probador o al coche?

- A los dos.

- Yo siento haberme enfadado- me dice mi cuñado - estabas en tu derecho a no querer correr la San Silvestre.

- Si quieres te ayudo a quitarte ese neopreno que llevas puesto y a elegir un traje decente.

-Sí por favor, no puedo respirar y la sangre no me llega a las rodillas. Pero una vez me ayudes, mejor espera fuera y le explico a Sara que hoy no tengo ganas de comprar un traje. No quiero que se ofenda

Y así lo hicimos, esperé fuera y me hice la encontradiza.

Desde entonces, volvemos a ser uña y carne.

Posted on 13/11/2016 Últimos post 0 2050

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Llevo ya ¿cuántas? ¿Dos semanas sin hablar con mi cuñado? Con sus 14 días y sus 14 noches

No puede ser, no puedo, me aburro mucho, mi vida se ha vuelto burguesa y lenta, necesito alguien que me la anime, eso sí, no se puede notar que soy yo la que voy a hacer las paces porque entonces tendré que reconocer que me estaba comportando de manera infantil y eso ¡jamás! 

Le digo a Cari que le mande un mensaje preguntándole cómo está. 

Dice que se va con Sara a comprar un traje- me contesta Cari

- ¿Qué se va con Sara y no conmigo? Y eso ¿desde cuándo?

-Desde que te escondiste en el coche para no ir a correr con él, ¿no te acuerdas? Fue la semana pasada

-No fue la semana pasada, fue hace dos.

-Cari, tenemos que ir ahora mismo a donde vayan, no puedo permitir que vaya con Sara y no conmigo

-¡Niñooooos! poneros los zapatos que vamos a salir a perseguir a vuestro tío- grita Cari por el pasillo con un tono burlón-  Yo- me dice- no me meto nunca en lo que pasa entre vosotros dos, así que, ¿por qué tenemos que ir todos contigo?

-No Cari, no, no hace falta, que para ir sola me sobro y me basto, quédate tú con los niños que ya nos veremos cuando acabe.

Sé dónde se compra mi cuñado los trajes, cómo no lo voy a saber si cada vez que se compra uno me pide a MI que le acompañe para darle MI opinión.

Subo al coche, me encamino a la tienda, aparco y los busco. Allí están los dos Sara y él en los probadores.

Corro, corro, corro y a escondidas me coloco en el probador de enfrente con la cortina cerrada

Y ahí los estoy oyendo hablar.

-¿Qué te parece como me queda este pantalón?- pregunta él

-Fantástico- dice Sara

Yo abro un milímetro la cortina y saco un ojo, le miro, le quedan cortos, y apretados de tiro. Está igualito que Forrest Gump, con una camisa a cuadros blanca y azul lo bordaría.

-No crees que son un poco cortos.

-¡Que va!, se llevan así, estas divino, quédatelos.

 

Se llevan así se llevan así, pues anda que menudo consejo, pienso para mis adentros

-Vale, pero primero me los voy a probar con una camisa y la chaqueta del traje para ver el conjunto.

-Te escojo yo la camisa – le dice Sara entusiasmada

Esto no me lo pierdo, quiero ver que camisa le va a coger

Vuelve y ¡cómo no!, le trae una camisa a cuadros.

Para que os hagáis una idea, el pantalón le queda por encima del tobillo y la chaqueta creo que como estire el brazo un poco más de la cuenta, la revienta por detrás.

Es como si le hubieran dado el traje de su Primera Comunión, treinta años después.

- Te veo cañón, Darling

- ¿No lo ves un poco excesivo para mi edad?

-¿Pero qué edad ni qué edad?, si estás estupendo.

 

Me gustaría ver la cara de su jefe cuando lo vea llegar de esa guisa, si se coge una pajarita ya va con el disfraz completo.

- Yo le pondría una pajarita a este traje – le dice Sara.

¡Toma ya!

- No sé Sara, me parece ya un poco excesivo. Esto se aleja un poco de mi estilo.

- Claro que se aleja Darling es que estabas un poco pasado de moda.

 

Yo sigo en el probador sufriendo en silencio, pensando en qué momento voy a abrir la cortina y decirle a Sara que no tiene ni idea de cómo se tiene que vestir alguien para ir a trabajar.

 

Voy a esperar a que ella se vaya y salir para decirle que está ridículo. Aunque dé mi brazo a torcer y sea la primera en hablar, prefiero eso a verle hacer el ridículo.

WhatsApp: -Estoy comprando un traje y necesito tu opinión. ¿Podrías venir por favor?

Abro la cortina y le grito:

- Estás ridículo

- ¡Qué rápida!, ¿te tele-transportas?

- Sí – le contesto- Siento haberme escondido.

- ¿Te refieres al probador o al coche?

- A los dos.

- Yo siento haberme enfadado- me dice mi cuñado - estabas en tu derecho a no querer correr la San Silvestre.

- Si quieres te ayudo a quitarte ese neopreno que llevas puesto y a elegir un traje decente.

-Sí por favor, no puedo respirar y la sangre no me llega a las rodillas. Pero una vez me ayudes, mejor espera fuera y le explico a Sara que hoy no tengo ganas de comprar un traje. No quiero que se ofenda

Y así lo hicimos, esperé fuera y me hice la encontradiza.

Desde entonces, volvemos a ser uña y carne.

Posted on 13/11/2016 Últimos post 0 2050

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