TELAS, AMIGOS Y NUEVOS PRODUCTOS

TELAS, AMIGOS Y NUEVOS PRODUCTOS

Son las 5 de la mañana en Hong Kong, acabo de levantarme y de recordar que había prometido escribiros ayer, pero con tanto lío lo olvidé. Bueno, en realidad, técnicamente aún estoy a tiempo ya que en Europa, donde vivís la mayoría, hoy todavía es ayer ;)

Sí, ayer tuve un día bastante ocupado. Empecé la jornada haciendo una visita a mi amigo experto en telas, Andrés. Trabaja para una de las principales empresas textiles españolas en sus oficinas de Hong Kong, y es quien me ayuda y quien resuelve mis dudas en materia de telas, paños y tejidos.

Andrés ama su trabajo y trata cada muestra que cae en sus manos como un sommelier trataría un buen vino. Coge la tela, la acerca a su oído y la “escucha” con atención mientras la acaricia entre los dedos pulgar e índice. Después, se quita las gafas, coloca la muestra a contraluz sobre una ventana y observa el tejido desde cerca, muy cerca, casi rozando el tejido con la nariz. Por último, con mucho cuidado, extrae un par de hilos, los quema con su mechero e inhala los vapores que de desprenden. Terminado todo este ritual, te dirá “80% de seda, 20% de algodón, con hilo de 40″.

Las últimas semanas he estado recibiendo muestras de tela preciosas para un nuevo producto. Una de ellas había llamado mi atención, un tejido de algodón 100% muy brillante, suave y elástico. Pero tenía mis dudas sobre si realmente era 100% de algodón.

Antes de ayer Andrés, el Experto en Telas, me invitó a tomar algo a su casa. Por supuesto, no podía perder la oportunidad de exprimir los conocimientos de mi amigo así que, en cuanto tuve la oportunidad, saqué de mi bolso la muestra de tela y le dije: “¡Anda! A ver qué te parece este tejido, Andrés… me lo enviaron esta semana y dicen que es algodón 100%”.

Justo antes de que pudiera entregárselo, su hija se acercó y tiró de su jersey reclamando su atención. Andrés se volvió para atenderla pero antes, giró su cabeza hacia mí y dijo “No me parece 100% de algodón”. Entonces, salió detrás de la pequeña…

“¡Vaya! Acabo de perder a mi sommelier”, pensé.

Cuando llegué a casa, envié un correo electrónico a la fábrica que me había hecho llegar la muestra. “Sí, es un tejido precioso, pero me temo que no nos sirve. No es 100% algodón.”

Ayer por la mañana, cuando me desperté, tenía en mi mail la respuesta del proveedor. “¡Le aseguramos que es 100% algodón!”, decían.

Inmediatamente le envié un correo a Andrés, suplicando su ayuda.

“OK, ven a mi oficina hoy y le echo un vistazo”, respondió de inmediato.

A las 9 de la mañana me planté en su oficina. Y esta vez hizo todo el ritual.

“Es algodón 100%, doble mercerizado, con hilo 60. Un algodón excelente. ¿Me puedes decir el nombre de la fábrica que lo confecciona?”.

“Por supuesto”, le dije, feliz de, por una vez, poder ser yo quien preste ayuda.

Posted on 25/05/2015 Home, Vamos a pingüinear/Penguin... 0 1397

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