A veces recibimos correos electrónicos que no están relacionados directamente con nuestro trabajo diario. Normalmente, estos mails nos llegan de empresas que nos ofrecen sus servicios o personas interesadas en trabajar con nosotras… Pero hace un par de meses recibí un mensaje muy diferente.

Lo había escrito un hombre que trabaja como guardia de seguridad en una centro penitenciario de España. Me contaba que, días atrás, había cenado en casa de unos amigos. El hijo de éstos llevaba puesto, aquella noche, un Saco Pingüino de Pirata… ¡y se le veía encantado! Interesado, la madre del pequeño le habló de nuestro proyecto.

Me escribía porque, durante una reciente guardia nocturna, se le había ocurrido una idea que, según apuntaba, quizás me gustase… ¡hasta había preparado un boceto! No tiene ningún tipo de experiencia como diseñador, pero había disfrutado muchísimo haciéndolo y quería compartirlo conmigo.

Y no me gustó… ¡Me encantó! Era algo nuevo, muy bien pensado y con muchos detalles. Sin embargo, presentaba algunos problemas técnicos -como costuras con remates imposibles o combinaciones de estampados- que encarecerían la fabricación de forma notable e imposibilitarían su puesta en marcha respetando los parámetros de calidad y precio de nuestros Pingüinos.

Le escribí de vuelta comentándole mi opinión, agradeciéndole su dedicación y felicitándolo por el esfuerzo que había realizado. Pensé que no volvería a saber de él.

No os podéis ni imaginar mi cara de sorpresa cuando, al descargar el correo quince días más tarde, recibo ¡otro mail suyo! Me enviaba un nuevo boceto. No sólo había mejorado los puntos débiles de su primer diseño, sino que había estudiado en detalle nuestros Sacos para bebés y había trabajado en la gama cromática y en los bordados. ¡Me quedé totalmente impresionada!

Ya tenemos en marcha el prototipo de su propuesta. No os podéis ni imaginar las ganas que tengo de rematarlo para poder enviarle una foto y que vea el resultado final. A buen seguro, aprovecha alguna de sus guardias para analizar su creación ;)

Si finalmente forma parte de la colección de Sacos Pingüino para la temporada 2015, será el primer saquito que no haya diseñado yo misma.

A veces recibimos correos electrónicos que no están relacionados directamente con nuestro trabajo diario. Normalmente, estos mails nos llegan de empresas que nos ofrecen sus servicios o personas interesadas en trabajar con nosotras… Pero hace un par de meses recibí un mensaje muy diferente.

Lo había escrito un hombre que trabaja como guardia de seguridad en una centro penitenciario de España. Me contaba que, días atrás, había cenado en casa de unos amigos. El hijo de éstos llevaba puesto, aquella noche, un Saco Pingüino de Pirata… ¡y se le veía encantado! Interesado, la madre del pequeño le habló de nuestro proyecto.

Me escribía porque, durante una reciente guardia nocturna, se le había ocurrido una idea que, según apuntaba, quizás me gustase… ¡hasta había preparado un boceto! No tiene ningún tipo de experiencia como diseñador, pero había disfrutado muchísimo haciéndolo y quería compartirlo conmigo.

Y no me gustó… ¡Me encantó! Era algo nuevo, muy bien pensado y con muchos detalles. Sin embargo, presentaba algunos problemas técnicos -como costuras con remates imposibles o combinaciones de estampados- que encarecerían la fabricación de forma notable e imposibilitarían su puesta en marcha respetando los parámetros de calidad y precio de nuestros Pingüinos.

Le escribí de vuelta comentándole mi opinión, agradeciéndole su dedicación y felicitándolo por el esfuerzo que había realizado. Pensé que no volvería a saber de él.

No os podéis ni imaginar mi cara de sorpresa cuando, al descargar el correo quince días más tarde, recibo ¡otro mail suyo! Me enviaba un nuevo boceto. No sólo había mejorado los puntos débiles de su primer diseño, sino que había estudiado en detalle nuestros Sacos para bebés y había trabajado en la gama cromática y en los bordados. ¡Me quedé totalmente impresionada!

Ya tenemos en marcha el prototipo de su propuesta. No os podéis ni imaginar las ganas que tengo de rematarlo para poder enviarle una foto y que vea el resultado final. A buen seguro, aprovecha alguna de sus guardias para analizar su creación ;)

Si finalmente forma parte de la colección de Sacos Pingüino para la temporada 2015, será el primer saquito que no haya diseñado yo misma.