1.      Dejar de comer roscón y/o patatitas fritas

Este será el propósito más duro de realizar en los próximos 12 meses. El roscón llega un momento en que se acaba pero las patatitas…

Cuando voy por el supermercado me dicen: ¡Hola!, ¿ya estás aquí? ¿Te acuerdas de lo ricas que estamos? ¡Cómpranos! ¡CÓMENOS, SABORÉANOS! Por una milésima de segundo serás inmensamente feliz, tú que eres una madre abnegada, te lo mereces.

2.      Dejar de perder el móvil

Y si lo pierdo, dejar de preguntar al primer policía que me encuentro si me ayuda a buscarlo. Es una pérdida de tiempo y dinero de los contribuyentes.

3.      Dejar de compar móviles  (totalmente ligado al punto 2)

4.      No gritarles a mis hijos

Decirles calmada y razonadamente que saquen la recarga del boli del enchufe de la corriente ya que es peligroso y se pueden electrocutar.

5.      Ser una esposa amorosa

No gritarle improperios a Cari cada vez que me meto en la ducha y él despistadamente abre sistemáticamente el grifo de agua fría consiguiendo que me escalde.

6.      Hacer una dieta  que no empiece el próximo lunes y dure, al menos, hasta el siguiente domingo.

7.      Dejar de ver Dora la Exploradora

Esto más que un propósito es una imploración a los Dioses. Por favor, prefiero tener que soportar una depilación con cera caliente diaria antes de seguir aguantando a Dora la Exploradora y sus amigos.

8.      No usar cuchillos a partir de las 11 de la noche

Si los niños tienen tos por la noche, no ir a la cocina, coger una cebolla, intentar cortarla a la mitad y, en vez de eso, rebanarme un dedo.

9.      No meter más la pata

Esto significa no ofrecerme para hacer de Elfo, ni de voluntaria en el colegio, ni para regar el jardín de mi hermana en verano. Simplemente, llevaré una vida tranquila dónde lo único que intentaré es ser una madre dedicada en exclusiva a mis hijos. El que no sepa a qué me refiero, le invito a leer post anteriores.

     10.    Explicarle a mis hijos, de manera que lo entiendan, que las noches no son fiestas after hour

Entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana no se va de paseo al baño, a la cocina o a la cama de los Papás. Uno ya se acuesta con el pis hecho, el vaso de agua bebido y el miedo quitado. Mamá es un ser humano como ellos y el despertarse intermitentemente durante toda la noche hace que no pueda cumplir adecuadamente los puntos 2, 3, 4, 5, 8 y 9.

     11.   El más importante

Continuar escribiendo para mis amigos Pingüinos este blog que tantas alegrías me produce. ¡Gracias por seguirnos!

1.      Dejar de comer roscón y/o patatitas fritas

Este será el propósito más duro de realizar en los próximos 12 meses. El roscón llega un momento en que se acaba pero las patatitas…

Cuando voy por el supermercado me dicen: ¡Hola!, ¿ya estás aquí? ¿Te acuerdas de lo ricas que estamos? ¡Cómpranos! ¡CÓMENOS, SABORÉANOS! Por una milésima de segundo serás inmensamente feliz, tú que eres una madre abnegada, te lo mereces.

2.      Dejar de perder el móvil

Y si lo pierdo, dejar de preguntar al primer policía que me encuentro si me ayuda a buscarlo. Es una pérdida de tiempo y dinero de los contribuyentes.

3.      Dejar de compar móviles  (totalmente ligado al punto 2)

4.      No gritarles a mis hijos

Decirles calmada y razonadamente que saquen la recarga del boli del enchufe de la corriente ya que es peligroso y se pueden electrocutar.

5.      Ser una esposa amorosa

No gritarle improperios a Cari cada vez que me meto en la ducha y él despistadamente abre sistemáticamente el grifo de agua fría consiguiendo que me escalde.

6.      Hacer una dieta  que no empiece el próximo lunes y dure, al menos, hasta el siguiente domingo.

7.      Dejar de ver Dora la Exploradora

Esto más que un propósito es una imploración a los Dioses. Por favor, prefiero tener que soportar una depilación con cera caliente diaria antes de seguir aguantando a Dora la Exploradora y sus amigos.

8.      No usar cuchillos a partir de las 11 de la noche

Si los niños tienen tos por la noche, no ir a la cocina, coger una cebolla, intentar cortarla a la mitad y, en vez de eso, rebanarme un dedo.

9.      No meter más la pata

Esto significa no ofrecerme para hacer de Elfo, ni de voluntaria en el colegio, ni para regar el jardín de mi hermana en verano. Simplemente, llevaré una vida tranquila dónde lo único que intentaré es ser una madre dedicada en exclusiva a mis hijos. El que no sepa a qué me refiero, le invito a leer post anteriores.

     10.    Explicarle a mis hijos, de manera que lo entiendan, que las noches no son fiestas after hour

Entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana no se va de paseo al baño, a la cocina o a la cama de los Papás. Uno ya se acuesta con el pis hecho, el vaso de agua bebido y el miedo quitado. Mamá es un ser humano como ellos y el despertarse intermitentemente durante toda la noche hace que no pueda cumplir adecuadamente los puntos 2, 3, 4, 5, 8 y 9.

     11.   El más importante

Continuar escribiendo para mis amigos Pingüinos este blog que tantas alegrías me produce. ¡Gracias por seguirnos!