A lo Manolito Gafotas

A lo Manolito Gafotas

Mi hermana se acaba de comprar una casa con jardín, las hay con suerte. El otro día fuimos hasta su casa para despedirnos de ella, ya que se iba de vacaciones.

 

Cuando estábamos allí, mi hermana nos dice a Cari y a mí: Tenéis que venir a regarme el jardín todos los días. Yo miré a Cari, que no dijo nada. No movió un músculo.

 

Pero yo, que sé leer su movimiento de párpados como si fuera código morse, vi que no le sentó nada bien.

 

Hizo una bajada de párpados lenta, que ya me dio hasta miedo, porque en el código morse que yo le leo quiere decir: Vaya con tu hermana, ¿no se puede pagar un jardinero con este pedazo de casa? ¿y ahora tenemos que venir hasta aquí todos los días?

 

Yo hice como que no le había visto, porque es ese momento me vi a mi misma como la madre Manolito Gafotas, cuando la vecina pudiente se iba de vacaciones y le dejaba las llaves de la casa para que le regara las plantas. Y entonces, la mamá de Manolito se subía a dormir la siesta con el aire acondicionado y dejaba a los niños viendo una película de vhs.

 

Yo no iba a dormir la siesta, pero me iba a ver la temporada completa de Orange Is The New Black en el Yomvi de mi hermana.

 

Así que me organicé. Me fui a Ikea y compré una tienda de campaña con forma de circo para que los niños jugaran en el jardín y yo pudiera vigilarlos desde la cristalera del salón.

 

Mientras me bajaba 3 capítulos, cogí el aspersor del jardín y en un lado les puse a los niños la tienda de campaña y en el otro, el aspersor. Felices de la vida estaban, saltaban como locos por el agua y jugaban a ver quién se escapaba del aspersor. Todo controlado, están entretenidos.

 

Así que me preparé el salón para ver la serie, refresco, patatitas, medio baje las persianas para que no hubiera reflejos, cojines por todos los lados y a disfrutar. Allí estaba yo viendo a esas mujeres encarceladas, a cual más mala. ¡Ay!, que la que más me gusta es la rusa, que es la mandamás del lugar, que va de pelirroja para atemorizar al personal. Igual lo pruebo yo y me lo pongo rojo para asustar a todos.

 

Llevaba ya 2 capítulos y medio cuando de repente vi que por el salón entraba agua, ¡que raro!.

 

Salgo y me quedo atónita.

 

Lo primero porque yo había dejado allí a 3 niños y, de repente, se habían multiplicado y eran 8.

 

¿Cómo habían entrado? No me lo explicaba, hasta que vi que en la verja del chalet vecino estaban apiladas dos sillas por las que escalaban y entraban.

 

El césped ya no era césped, era un patatal, lleno de agua y barro. La tienda de campaña flotaba por allí sin rumbo. Los niños estaban como si se hubieran hecho una cura de lodo, a lo Peppa Pig.

 

Súper enfadada le digo a mi hijo el mayor que estaba sentado en una silla: ¿Pero tú no has visto lo que estaban haciendo? Y me dice: Es que estaba viendo mi serie en el Ipad¡Por Dios que ya eres mayor! Y me contesta: Bueno, se supone que la adulta aquí eres tú y mira la que has armado.

¡¡¡¡Pre adolescencia!!!!!!

 

De repente, llaman a la puerta y me encuentro a un pizzero que traía una pizza familiar con pepperoni. Le pregunto a mi hijo y me dice que la encargó con mi móvil mi hija la mediana. Flipo.

 

Son 14.95 €, dice el de la pizza.

Pero si he venido sin dinero.

Pues usted me dirá -me contesta.

 

Decir, decir, no sé qué voy a decir, pero me empiezo a acordar de toda la familia paterna de mi hija.

 

Empiezo a imaginar dónde tendrá mi hermana dinero de reserva y le digo al de la pizza que mientras busco el dinero si no le importa, me cuide a los 8 niños del jardín, y me contesta:

Y con estos otros 3 que llevo detrás de mí, que me están siguiendo desde que entré en la urbanización, ¿qué hago?

Y le digo que los pase también al jardín, total ya que más dará.

 

Me pongo a buscar como una loca y me acuerdo de la hucha de mi sobrino. Se la rompo y saco un billete de 20 € ¡Aleluya!.

 

Voy a por el pizzero, que está en el jardín con la pizza por encima de la cabeza y los 11 niños intentando alcanzarla a saltos… La rebelión de las bestias.

 

¡Señor, qué descontrol!, pero ¿yo que he hecho para merecerme esto? Si sólo quería estar tranquila viendo mi serie…

 

Ahora a ver cómo le explico a mí hermana el barrizal de jardín que le he dejado. Voy a tener que ir a comprar paneles de césped para ponerlo de nuevo, y una hucha para mi sobrino, que me hubiera salido más barato comprarme el Yomvi.

Posted on 20/11/2015 Home, Vamos a pingüinear/Penguin... 0 1622

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