Vacaciones para dos

Vacaciones para dos

Ha empezado el cole. Parece mentira que el verano haya pasado así, como una larga tortura donde ya no se te ocurre que más hacer con los niños; has hecho todas las manualidades del mundo, has ido a la piscina o la playa hasta que las algas ya formaban parte de tu pelo, has hecho escalada, surf, turismo y has comido pizza y hamburguesas hasta la úlcera.

Nada, no queda nada por hacer, más que subirlos al autobús y cerrar la puerta.

 

Los niños llegan a un punto de pasada de rosca donde ya no es que estén salvajes, están asilvestrados. Yo me pregunto qué les hacen en el cole para tener a 300 alumnos domesticados todos juntos.

 

Es muy duro ser pareja, tener hijos y tener que combinar las vacaciones para poder cuidarlos y no coincidir con tus chicos más que unos tristes días.

Las primeras semanas de julio los niños van al campamento y el resto del tiempo, en el mes de agosto, es una combinación de 2 semanas me cojo yo las vacaciones para cuidar a los niños, 2 semanas Cari y luego una semana escasa todos juntos.

No se puede llevar una vida en familia y pareja de esta manera.

Desde aquí todo mi apoyo a todas las parejas que tenéis que sufrir esto año tras año. Pensad que algún día nos recompensarán, nos mandarán a un asilo 5 estrellas con buffet libre los viernes.

 

Nosotros ha sido dejarlos en el autobús camino del cole y empezar nuestras vacaciones.

 

Nos hemos cogido 4 días de asueto para poder descansar y recuperar nuestra vida en pareja. Pero a veces me pregunto por qué a mí se me ocurren estas cosas.

Aprovechando los últimos días de verano y que las olas ahora son mucho mejores, nos hemos apuntado a un curso de surf.

 

Al principio todo parece más o menos fácil. Te ponen con la tabla sobre la arena para practicar el equilibrio. Ya en ese momento el monitor se tenía que haber dado cuenta de que yo, de eso, no tengo ni un poco Y si de equilibrio ando justa de coordinación ni os cuento.

 

Hay que hacer 3 pasos; primero subirse a la tabla, después incorporarse y, por último, coger la postura para seguir a la ola. Es decir, todo eso y coger una ola a la vez.

 

Ni qué decir tiene que no he conseguido ni subirme ni a la tabla.

Cari, sin embargo, como si hubiera nacido en Hawaii.

Se pone de pie con una maestría y destreza, que ya es un casi surfero. Se le ha subido tanto a la cabeza que se ha comprado un collar de estos que llevan los jóvenes que hacen surf. Y se codea con el profe hablando de términos surferos como si llevara allí toda su vida.

 

Me entran ganas de ahogarlo allí mismo, pero ya os he contado que yo tengo mucho arte en esto del matrimonio y le sigo la corriente. Tengo que aguantar la chulería de Cari cuando me saluda desde su ola y se le oye decir ¿Y para qué te sirve tanto gimnasio?, Ánimo que ya te falta poco para subirte a la tabla, Que te pongan dos profesores….y uno que te empuje.

Y yo le contesto:

Sí, Cariiiii.

 

A ver si te caes y te tragas medio océano, pienso yo.

 

Y al final me harté y llena de ira esperé la siguiente vez que pasó delante de mí y le crucé mi tabla con la suya, con la mala suerte que se cayó de bruces contra el filo de mi tabla y le han dado 7 puntos de sutura en la frente y dos dientes nuevos.

 

No se puede ser tan competitivo.

No me habla y por mucho que le explico que no lo hice a posta, sino que es fruto de mi torpeza, no me cree y se ha vuelto a la oficina anticipadamente.

Posted on 17/11/2015 Home, Vamos a pingüinear/Penguin... 0 1435

Leave a CommentLeave a Reply

You must be logged in to post a comment.

Buscar

Categorías

Anterior
Siguiente
Vacaciones para dos - Saco Pingüino. Pijamas para dormir calentitos toda la noche. Blog js_def
Vacaciones para dos

Vacaciones para dos

Ha empezado el cole. Parece mentira que el verano haya pasado así, como una larga tortura donde ya no se te ocurre que más hacer con los niños; has hecho todas las manualidades del mundo, has ido a la piscina o la playa hasta que las algas ya formaban parte de tu pelo, has hecho escalada, surf, turismo y has comido pizza y hamburguesas hasta la úlcera.

Nada, no queda nada por hacer, más que subirlos al autobús y cerrar la puerta.

 

Los niños llegan a un punto de pasada de rosca donde ya no es que estén salvajes, están asilvestrados. Yo me pregunto qué les hacen en el cole para tener a 300 alumnos domesticados todos juntos.

 

Es muy duro ser pareja, tener hijos y tener que combinar las vacaciones para poder cuidarlos y no coincidir con tus chicos más que unos tristes días.

Las primeras semanas de julio los niños van al campamento y el resto del tiempo, en el mes de agosto, es una combinación de 2 semanas me cojo yo las vacaciones para cuidar a los niños, 2 semanas Cari y luego una semana escasa todos juntos.

No se puede llevar una vida en familia y pareja de esta manera.

Desde aquí todo mi apoyo a todas las parejas que tenéis que sufrir esto año tras año. Pensad que algún día nos recompensarán, nos mandarán a un asilo 5 estrellas con buffet libre los viernes.

 

Nosotros ha sido dejarlos en el autobús camino del cole y empezar nuestras vacaciones.

 

Nos hemos cogido 4 días de asueto para poder descansar y recuperar nuestra vida en pareja. Pero a veces me pregunto por qué a mí se me ocurren estas cosas.

Aprovechando los últimos días de verano y que las olas ahora son mucho mejores, nos hemos apuntado a un curso de surf.

 

Al principio todo parece más o menos fácil. Te ponen con la tabla sobre la arena para practicar el equilibrio. Ya en ese momento el monitor se tenía que haber dado cuenta de que yo, de eso, no tengo ni un poco Y si de equilibrio ando justa de coordinación ni os cuento.

 

Hay que hacer 3 pasos; primero subirse a la tabla, después incorporarse y, por último, coger la postura para seguir a la ola. Es decir, todo eso y coger una ola a la vez.

 

Ni qué decir tiene que no he conseguido ni subirme ni a la tabla.

Cari, sin embargo, como si hubiera nacido en Hawaii.

Se pone de pie con una maestría y destreza, que ya es un casi surfero. Se le ha subido tanto a la cabeza que se ha comprado un collar de estos que llevan los jóvenes que hacen surf. Y se codea con el profe hablando de términos surferos como si llevara allí toda su vida.

 

Me entran ganas de ahogarlo allí mismo, pero ya os he contado que yo tengo mucho arte en esto del matrimonio y le sigo la corriente. Tengo que aguantar la chulería de Cari cuando me saluda desde su ola y se le oye decir ¿Y para qué te sirve tanto gimnasio?, Ánimo que ya te falta poco para subirte a la tabla, Que te pongan dos profesores….y uno que te empuje.

Y yo le contesto:

Sí, Cariiiii.

 

A ver si te caes y te tragas medio océano, pienso yo.

 

Y al final me harté y llena de ira esperé la siguiente vez que pasó delante de mí y le crucé mi tabla con la suya, con la mala suerte que se cayó de bruces contra el filo de mi tabla y le han dado 7 puntos de sutura en la frente y dos dientes nuevos.

 

No se puede ser tan competitivo.

No me habla y por mucho que le explico que no lo hice a posta, sino que es fruto de mi torpeza, no me cree y se ha vuelto a la oficina anticipadamente.

Posted on 17/11/2015 Home, Vamos a pingüinear/Penguin... 0 1435

Leave a CommentLeave a Reply

You must be logged in to post a comment.

Buscar

Categorías

Anterior
Siguiente